Los pacientes que se someten a operaciones de riñones o próstata asistidas por robots tienen estancias hospitalarias más cortas, reciben menos transfusiones de sangre y enfrentan un menor riesgo de morir. Sin embargo, el costo de este tipo de intervenciones es considerablemente mayor, asegura un estudio.
La investigación, publicada en la revista Journal of Urology y realizada por el urólogo Jim Hu y su equipo en el hospital Brigham and Women en Boston, tenía como finalidad comprobar si la costosa cirugía robótica resultaba rentable comparada con otras dos técnicas (la abierta y la de laparoscopía) empleadas en el mismo tipo de intervenciones.
La cirugía robótica, considerada menos agresiva y más eficiente, utiliza normalmente un laparoscopio o un método de "incisión mínima," que implica la inserción de los instrumentos médicos y una pequeña cámara de video en el cuerpo. Esta cirugía reemplaza a su vez las manos de un cirujano con herramientas de gran precisión, controladas desde una consola por el médico.
Durante los últimos tres meses de 2008, fecha en la que se obtuvieron los datos más recientes disponibles que permitían la comparación entre la cirugía robótica, abierta y laparoscópica, más de la mitad de todas las intervenciones de próstata fueron realizadas con robots.
No obstante, la abierta y la laparoscópica eran operaciones más comunes que la cirugía robótica en la intervención y extirpación de los riñones.
Entre los pacientes a los que se les quitó la próstata, ninguno murió tras una operación por laparoscopía o robótica, mientras que dos de cada 1.000 murieron tras una cirugía abierta.
Asimismo, alrededor del 5% de los hombres que se sometieron a una operación abierta necesitaron una transfusión sanguínea y tuvieron que permanecer en el hospital un día más que aquellos sometidos a una operación asistida por ordenador.
A pesar de todas las ventajas de las operaciones asistidas por robots, el gran inconveniente fue el precio: el costo medio de la extirpación de próstata con robots era de unos 10.000 dólares y en los casos de extracción de riñón, la factura de la cirugía robótica ascendía a 13.900 dólares.