Más allá de los monos, nuestro antepasado más antiguo fue un gusano marino
Un descubrimiento de científicos del Reino Unido y Canadá va a ampliar los horizontes de los que creen que el hombre evolucionó del mono, ya que comprobaron que nuestro antepasado más antiguo fue un gusano marino de dos milímetros que habitaba en el planeta Tierra hace más de 500 millones de años.
Este antepasado del hombre se llama Pikaia gracilens. Los resultados de recientes investigaciones realizadas por científicos de la Universidad de Cambridge ponen el punto final a las discusiones de biólogos y paleontólogos sobre la clase de seres vivos a la que pertenece la pikaia, invertebrados o cordados. Los fósiles de este animal antiguo parecido al gusano fueron encontrados por primera vez por el científico estadounidense Charles Doolittle Walcott en 1911 en el territorio de Canadá.
Pikaia no tenía dientes ni ojos a pesar de la presencia clara de la cabeza y las branquias y dos tentáculos minúsculos que, según suponen los paleontólogos, el animal marino usaba para obtener los alimentos. Tras estudiar detenidamente los restos del ser, los científicos lo clasificaron como un gusano y solo a mediados de 1970 un grupo de biólogos de Cambridge planteó la hipótesis de que la Pikaia gracilens podía ser un cordado, una teoría que acaba de ser comprobada.
Para esto los investigadores examinaron los pormenores de la estructura del gusano con microscopios electrónicos más modernos. Lograron encontrar un pequeño cartílago, o una cuerda que cumplía el papel de columna vertebral, e incluso restos del sistema sanguíneo. Ahora los biólogos están seguros de que la pikaia es el organismo cordado más antiguo en la Tierra, lo que significa que todos los seres cordados del planeta provienen de este pequeño organismo marino, el hombre incluido.