Científicos del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) han conseguido “mirar” por primera vez dentro de la antimateria gracias a la obtención de una medida espectroscópica del antihidrógeno, procedimiento que ofrece información inédita hasta ahora sobre su estructura interna.
El portavoz del experimento ALPHA, Jeffrey Hangst, anunció que se ha conseguido realizar “la primera, aunque modesta”, medida del espectro de este antiátomo, un “avance enorme” en el camino para descifrar uno de los misterios más profundos de la física de partículas y quizá para entender la existencia misma del Universo.
“Lo que estamos haciendo es mirar dentro de la antimateria, dentro de un átomo de materia, por primera vez. Estamos estudiándolo de la misma manera que los físicos atómicos han estudiado el hidrógeno, el helio y otros átomos en la tabla periódica, y estamos tratando el átomo de antimateria de la misma manera”, afirmó.
“Es un paso enorme porque nunca lo habíamos podido hacer hasta ahora”, añadió Hangst, cuyas conclusiones se publican de manera extensa en el último número de la revista científica ‘Nature’.
Vivimos en un Universo aparentemente formado únicamente de materia, pese a que antes del Big Bang (la explosión que dio origen al Universo hace 14.000 millones de años) la materia y la antimateria existieron en la misma proporción. Por lo tanto, adentrarse en la estructura de la segunda es adentrarse en lo desconocido y desafiar las leyes físicas vigentes.
La medida del espectro del antihidrógeno realizada en el CERN es un nuevo hito en el estudio de las propiedades de los átomos de antimateria, ya que permite comparar al hidrógeno con su equivalente de la antimateria y podría sugerir “por qué la naturaleza tuvo una preferencia por la materia sobre la antimateria”.
El Modelo Estándar de Física establece que el hidrógeno y su antiátomo deberían poseer un espectro idéntico, algo que cumplen las medidas efectuadas hasta ahora.
El responsable de ALPHA explicó que el objetivo es confirmar o descartar que existe una diferencia entre los dos espectros, para establecer si el Modelo Estándar –la teoría que describe las interacciones fundamentales conocidas entre las partículas que componen la materia- es aplicable también a la antimateria.
En el experimento ALPHA, los átomos de antihidrógeno son atrapados por campos magnéticos que, expuestos a radiaciones de microondas de una frecuencia determinada, logran modificar la orientación magnética de los antiátomos.
Esta alteración tiene como efecto la liberación del antihidrógeno de la “trampa” en la que se encuentra, que entonces entra en contacto con la materia y se aniquila, dejando unas “huellas” características dentro de los detectores que rodean “la trampa”.