El 8 de marzo en Rusia y muchos otros países se celebra el día Internacional de la Mujer. Algunas rusas buscan destruir los prejuicios sexistas, como Yelena Serova, que demostrará su capacidad para cumplir su sueño: volar al espacio.
Durante su preparación en el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas, Serova demostró que no sólo los hombres son capaces de superar las pruebas de supervivencia en condiciones extremas. La cosmonauta resistió con coraje el frío y el calor con pocos recursos al alcance y aprendió a soportar los diferentes tipos de gravedad y una posible pérdida de la conciencia.
Anteriormente Serova realizó el curso de preparación inicial en el desierto y en el agua, un largo y duro camino lleno de retos.
A primera vista, semejantes pruebas pueden parecer demasiado difíciles para una mujer de 35 años, pero el organismo femenino tiene igual resistencia que el masculino, por lo que se exige lo mismo tanto de los hombres, como de las mujeres, según afirma vicejefe del Departamento de Preparación de Cosmonautas, Vladímir Alekseev.
Además, Alekseev confiesa que “las mujeres realmente saben adaptarse mejor que los hombres, no solamente a estos entrenamientos, sino a la vida en general. Los hombres no somos nada sin las mujeres”.
Por ello cabe pensar que la afirmación machista de que la cosmonáutica es un trabajo de hombres no es nada más que un mito. El siglo pasado ya lo confirmaron la primera cosmonauta rusa, Valentína Tereshkóva, (que viajó a bordo de la nave Vostók 6 en 1963) y Svetlána Savítskaya, quien casi 20 años más tarde tripuló un Soyuz.
Ahora la cosmonauta Yelena Serova espera también cumplir su histórica misión. El vuelo que tendrá lugar en 2013, convertirá a Serova en la primera cosmonauta rusa del siglo XXI.