La NASA está trabajando en el diseño del K-Glove o Robo-Glove, un guante robótico que facilitará la labor de los astronautas y reducirá el riesgo de que sufran accidentes.
El gigante automotriz estadounidense GM y la NASA cooperan en la creación de esta prenda y lo hacen a partir de los desarrollos tecnológicos del primer robot humanoide que viajó al espacio (en 2011), el Robonaut2, conocido como R2, que también fabricaron de manera conjunta.
El R2 demostró poseer una destreza manual sin precedentes para un robot e incluso superior a la humana, mediante el uso de sensores.
El equipo ha decidido aprovechar estos avances tecnológicos para mejorar el rendimiento de los astronautas. El Robo-Glove, afirman, tiene el potencial de reducir la fuerza que éstos ejercen gracias al uso de sensores de presión ubicados en las yemas de los dedos, que detectan el momento de sujeción de una herramienta y permiten sostenerla el tiempo que sea necesario. Sus movimientos imitan los de los tendones y los músculos humanos pero el agarre es más cómodo y puede prolongarse durante más tiempo.
Asimismo, según indica Dana Komin, directora de ingeniería de producción de GM de Estrategia y Ejecución Global de Automatización, completado su desarrollo, el K-Glove beneficiará igualmente a los empleados de la industria automovilística. Así, gracias al guante, además de poder hacer uso de herramientas durante más tiempo, los trabajadores no correrán el riesgo de sufrir lesiones por llevar a cabo un esfuerzo repetitivo.
Los ingenieros ya están fabricando el tercer prototipo del guante robótico. Se prevé que este sea más ligero, cuente con una pequeña pantalla para la programación y el diagnóstico y funcione gracias a la energía generada por una batería de iones de litio.