En el siglo XXI podrían morir unas mil millones de personas (una cada seis segundos) a causa del consumo de tabaco si el número de fumadores no se reduce, advierten los expertos. Según denuncia el informe de la Fundación Mundial del Pulmón (WLF, por sus siglas en inglés), presentado este miércoles, las muertes relacionadas con el consumo del tabaco se han triplicado en la última década en todo el mundo. Unas 50 millones de personas en los últimos 10 años han muerto a causa del tabaco. Se trata de más del 15% de todas las muertes de varones y del 7% de las de mujeres.
"Si no actuamos, las proyecciones de futuro son incluso peores. Y el número de muertes causadas por el tabaco está creciendo en los países en vías de desarrollo, particularmente en Asia, Oriente Medio y África", comentó el director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Estatal de Georgia (EE. UU.), Michael Eriksen. Agregó que alrededor del 80% de las personas que mueren por enfermedades relacionadas con el tabaco proceden de países con ingresos medios o bajos.
El país que sufre más muertes a causa del tabaquismo es China. Se registran 1,2 millones de fallecimientos al año allí, un número que puede ascender a 3,5 millones al año en 2030.
Los autores del informe consideran que la costumbre de fumar, que provoca cáncer de pulmón y enfermedades cardiacas, es el "principal asesino del mundo".
¿Quién se beneficia de las victimas del tabaco?
La industria tabaquera, "aprovechándose del desconocimiento [de la gente] sobre el verdadero efecto del tabaco", a veces recurre a "la desinformación" con el objetivo de socavar las políticas de salud orientadas a salvar millones de vidas, según denunció el jefe de la WLF, Peter Baldini, en declaraciones a la agencia Reuters.
Según el informe de esa institución, en el año 2010 los beneficios totales de las seis principales tabacaleras del mundo ascendieron a unos 35.100 millones de dólares, lo que equivale a los ingresos conjuntos de Coca-Cola, Microsoft y McDonald's.
Más de 170 países han firmado un pacto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que obliga a reducir el número de fumadores, frenar la promoción del tabaco y limitar la exposición al humo del tabaco por parte de los fumadores pasivos.