En los próximos dos años los astrónomos lograrán encontrar un planeta verdaderamente similar a la Tierra, así lo ha anunciado un investigador de la NASA.
Shawn Domagal-Goldman, el especialista en la biología de exoplanetas, afirma que con la ayuda de nuevas tecnologías “los astrónomos en el año 2014 localizarán un planeta parecido al nuestro, con un tamaño similar y orbita en una zona habitable”, aquella donde las temperaturas permiten la vida.
“Pronto por la noche podríamos apuntar a una estrella en el cielo y decir: ‘Ahí hay un planeta que podría albergar vida’”, dice Domagal-Goldman.
Nuevas posibilidades
Las tecnologías a las que se refiere el científico son en primer lugar el telescopio espacial Kepler de la NASA, que ya identificó unos 'candidatos'. Pero se hallan a miles de años luz de la Tierra y están 'tapados' por otros cuerpos celestes, lo que obstaculiza su estudio. Sin embargo, los especialistas de la NASA han encontrado el modo de resolver este problema.
Ellos están considerando dos proyectos, como el telescopio FINESSE (Fast Infrared Exoplanet Spectroscopy Survey Explorer, por sus siglas en inglés) que se basará en la técnica del análisis de la luz de las estrellas reflejado por planetas. Este método permite llegar a saber la composición de la atmósfera del planeta, aunque no esté a la vista del telescopio. El FINESSE medirá la luz de la estrella reflejada por el planeta y después procesará la información recibida.
Otro aparato planificado es la sonda espacial TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) cuyo objetivo será el estudio de centenares de exoplanetas, dentro de un radio cercano de la Tierra y que permitirá obtener más detalles de los mismos.
“Estos equipos nos ayudarán a sacar la máxima información sobre exoplanetas, como su superficie, si hay océanos allí y mucho más”, comenta Doug Hudgins, científico de la agencia espacial de EE. UU.