El cambio climático puede causar hambre, enfermedades y sequía
Las consecuencias del cambio climático pueden ser muy graves. Si la temperatura del planeta aumenta en varios grados, todo el mundo podrá sufrir la oleada de hambrunas, sequías y enfermedades.
La magnitud del impacto dependerá del aumento de las temperaturas, que en unos próximos 100 años podrían oscilar entre 1,8 y 4 grados centígrados, informan los científicos europeos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Esto afectará todos los continentes del mundo.
En América del Norte y Central se esperan la aparición de ciclones y oleadas de calor mientras que en América del Sur el cambio provocará hambrunas y desaparición de varias especies. Ambos hemisferios sufrirán carencia de agua potable y mayor número de enfermedades relacionadas con el calor, aumentando también las tormentas y la contaminación urbana. Los glaciares del Sur de América Latina pueden derretirse totalmente para 2020, reduciendo la capacidad hídrica y la generación de energía en muchos países. Al mismo tiempo la región caribeña sufrirá el ataque de frecuentes e intensos huracanes.
Un aumento de la temperatura y la disminución del agua acumulada en el subsuelo podría convertir el Este de la Amazonia y las zonas tropicales de México en sabanas. Las zonas glaciares de Alaska y Canadá continuarán el deshielo y entonces la supervivencia de algunas especies como las focas se pondrán en peligro. Los populares centros de esquí de EE.UU. podrán desaparecer.
África será el continente más afectado. Quizás el 90% de su población sufra carestías de alimentos y agua potable para 2080. La situación puede agravarse por el cólera, la meningitis y el dengue. Ásia también será la víctima de estos cambios: entre 185 y 981 millones de asiáticos sufrirán carencias hídricas para 2050. El deshielo de los glaciares de Himalaya causará primero inundaciones y luego desprendimientos de terreno, cuando los ríos pierdan caudal por la falta de aguas procedentes de los glaciares.
En Europa la situación puede ser menos grave, pero esta parte del mundo todavía será tocada por los mencionados cambios. Se espera que los países mediterráneos se enfrentarán a una reducción de cosechas y a mortíferas oleadas de calor, mientras que en las regiones alpinas el aumento de la temperatura pondrá en peligro al 60% de las especies vegetales y animales.