Pronto cada uno tendrá la posibilidad de observar lo que está escondido del ojo humano, como lo que se encuentra bajo la ropa o detrás de una pared, gracias a un chip que mide las ondas invisibles de terahertz luz, las analiza y crea la imagen de lo que está atrás del obstáculo.
El dispositivo fue desarrollado por investigadores de la Universidad de Texas (EE. UU.). Al colocarlo a 10 centímetros del objeto, todo lo que está encubierto saldrá a la luz. Lo más importante es que los chips son lo suficientemente pequeños como para que sean montados en teléfonos celulares y, además, baratos.
Estos nuevos dispositivos permitirán a los médicos echar una ojeada adentro del cuerpo de sus pacientes, examinarlos sin usar tecnologías caras, como tomografía y ecografía, y realizar diagnósticos en un momento. Los plomeros, por ejemplo, no tendrán que demoler las paredes para encontrar caños averiados dado que se basta atravesarla con la terahertz luz y localizar la rotura. Además el chip hasta es capaz de autentificar documentos y billetes.
En el espectro electromagnético, los rayos terahertz se hallan entre las microondas y las de infrarrojo. Los científicos las usan desde hace mucho tiempo, pero los dispositivos que las mesuran son grandes y engorrosos. En cambio los especialistas estadounidenses aplicaron los rayos terahertz para objetivos médicos y cotidianos y lograron hacer los dispositivos más pequeños, cómodos y móviles.
"La gente podrá hacer millones de cosas en las que aún no podría pensar", dice el profesor Kenneth O, uno de los elaboradores del proyecto. "El rango terahertz tiene un potencial ilimitado que lo pueden aprovechar todos".