Camarones ciegos: ¿efecto de Deepwater Horizon?

Llagas abiertas. Infecciones parasitarias. Aletas que parecen haber sido mordisqueadas. Heridas. Rayas negras.

Llagas abiertas. Infecciones parasitarias. Aletas que parecen haber sido mordisqueadas. Heridas. Rayas negras.

Esos son los síntomas hallados entre los peces capturados en el Golfo de México dos años después de la explosión en una plataforma petrolera en el Golfo de México, que se produjo el 20 de abril del 2010.

Científicos sospechan que son efectos del derrame de crudo y aunque sus argumentos aún están por confirmar, si se prueban, significaría que el desastre ecológico apenas se está desarrollando en la zona.

Informes de anormalidades halladas en peces empezaron a aparecer ya unas semanas después de que fue sellado el pozo en verano-otoño del 2010. Los pescadores responsabilizaron de las lesiones que encontraban por ejemplo, en algunos huachinangos, o por la ausencia de ojos en camarones, al derrame en la plataforma de BP.

En  verano pasado, un equipo de científicos financiado con fondos federales llevó a cabo lo que los expertos dicen que es el estudio más extenso hasta la fecha de los peces enfermos en las aguas del Golfo.

De los 4.000 peces capturados, alrededor de un 3% tenía úlceras y parásitos sintomáticos de una contaminación ambiental, según Steve Murawski, el investigador principal.


El número de peces enfermos aumentaba a medida que los científicos se alejaban de las aguas relativamente limpias de Florida hacia el oeste, a las aguas más profundas de Alabama, Mississippi y especialmente Luisiana, frente a la cual la plataforma Deepwater Horizon se hundió.

Los estudios revelaron la presencia de petróleo en la bilis de los peces sometidos a prueba. “La bilis muestra lo que come el pez”, explicó Murawski, un biólogo marino de la Universidad de Florida del Sur.

La investigación también reveló daños infligidos en aguas profundas a corales, algas marinas, delfines y otras especies de plantas y animales.

El año pasado, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica recomendó a los pescadores arrojar los peces de aspecto sospechoso al mar.

Al mismo tiempo, la Agencia de Alimentos y Medicamentos y otras agencias estatales dicen que han probado ampliamente los mariscos del Golfo y no han encontrado ningún problema.