Un alucinógeno derivado de una planta africana podría ayudar a los adictos a superar el síndrome de abstinencia causado por la falta de heroína, cocaína o alcohol.
Se trata de un fuerte alucinógeno llamado ibogaína utilizado por etnias en Gabón, Camerún y Guinea Ecuatorial, cuyo uso no está regulado ni tiene licencia en la mayoría de los países y que, dependiendo de su dosis, puede actuar también como un poderoso afrodisiaco.
Aunque es una planta psicoactiva, los investigadores no sólo confirmaron que no genera ningún tipo de dependencia física o psíquica, sino que también descubrieron que cumple con otra interesante función: la de ayudar a “interrumpir las adicciones”.
Después de que heroinómanos asegurasen que tras una única dosis de esta sustancia desapareció su ansiedad por consumir droga, la Asociación Multidisciplinar de Estudios Psicodélicos (MAPS por sus siglas en inglés) comenzó a llevar a cabo estudios para determinar los efectos que tiene sobre la salud. También investigan cómo mejorar su aprovechamiento en terapias de adicción de opiáceos, como la morfina y la heroína, de estimulantes como la cocaína, las metanfetaminas y el crack, e incluso en pacientes con adicciones severas al alcohol y a la nicotina
Miles de pacientes ya han probado este tratamiento obteniendo resultados positivos pero su uso no se ha generalizado y existe aún cierto escepticismo por parte de la comunidad científica, que cree que existe un alto riesgo potencial si se abusa de la sustancia.
Como explica Jewaa en BBC Mundo, la ibogaína no tiene un gran interés para las farmacéuticas, ya que tiene pocas posibilidades de importantes grandes ganancias comerciales, debido a que se toma una sola vez.
Asimismo recalca que es crucial que la gente comprenda los límites que tiene. "La ibogaína contribuye a interrumpir la adicción, pero no es una cura mágica. Tiene que tomarse en el contexto adecuado y el tratamiento debe continuar con atención psicosocial", subraya el especialista.