La idea fue concebida y realizada por un ingeniero de Google, cuya identidad no se revela. Sin embargo, la FCC sí revela que el ingeniero habló sobre su programa con al menos un responsable del proyecto Street View, aunque nunca se llevó a cabo un análisis legal sobre esa recogida de datos por parte de los coches de Google.
La investigación duró más de un año pero no encontró violaciones de la ley en esta actividad de Google. Sin embargo, la corporación ha sido obligada a pagar 25.000 dólares de multa por haber obstaculizado la labor de la FCC. Por ejemplo, el gigante informático se negó a revelar los datos recopilados alegando que buscaba la protección de la privacidad de los usuarios.
A su vez, en marzo de 2012 los organismos reguladores internacionales empezaron a investigar el supuesto espionaje realizado por Google a los usuarios de teléfonos y ordenadores de Apple.
La actitud del Gobierno de EE. UU., también bajo sospecha
Al analista en asuntos de tecnología argentino Santiago do Rego le parece “sospechoso” que el Gobierno estadounidense no haya castigado debidamente a la empresa que está tomando datos de cualquier persona de manera forzada. “No es ningún tipo de condena hacia Google”, considera el experto refiriéndose a la multa impuesta por las autoridades estadounidenses que él cataloga como ridícula.
“No me extrañaría —adelanta do Rego— que el Gobierno de cierta manera lo dejara hacer y no les detuviera esta iniciativa, porque en el fondo yo creo que son datos que finalmente les van a servir a ellos y que prefieren tenerlos en algún lado”. Como argumento a favor de esa versión el experto cita las reuniones privadas que el presidente de EE. UU., Barack Obama, mantuvo con los dirigentes de Google.