La Agencia de Proyectos Avanzados de Investigación de Defensa (DARPA) está realizando una inversión de 9,9 millones de dólares en el Instituto de Estudios Preclínicos de Texas (TIPS), EE. UU., que debe idear cómo prolongar la vida de los soldados heridos. Los científicos desarrollarán técnicas que permitan ampliar el periodo durante el cual pueden salvar al soldado herido o que perdió gran cantidad de sangre. Una de las opciones para resolver este problema es una paralización temporal de las funciones vitales, momento en el que el hombre no esraría ni vivo, ni muerto. Según explican los medios de comunicación, los soldados podrían convertirse así en una especie de "zombies", hasta el momento en el que puedan ser reanimados.
El objetivo principal del estudio es reducir la tasa de muertes de soldados en el campo de batalla. Según las estadísticas, la mayoría de las muertes en combate ocurren a causa de la pérdida severa de sangre. Se cree que después de una hora sangrando las posibilidades de supervivencia del hombre se reducen considerablemente. Sin embargo, durante los enfrentamientos bélicos la evacuación de los heridos, su clasificación y la atención médica puede requirir mucho más de una hora.
Los investigadores del TIPS buscan encontrar un medicamento que tenga efecto durante el tiempo necesario para que pueda salvarse la vida de un soldado herido. Los primeros experimentos se realizarán con cerdos, que tienen un sistema cardio-vascular muy similar al humano. Los científicos estadounidenses ya tienen algunas ideas sobre estas cuestiones. En particular, los investigadores de la Universidad de Stanford proponen utilizar un mecanismo de hibernación, similar al que utilizan las proteínas. Pero todavía no se han realizado experimentos prácticos sobre esta teoría.
Además, el doctor Mark Roth del Centro de Investigación del Cáncer de Fred Hutchinson ha creado una mezcla, en la que el componente principal es el sulfuro de hidrógeno. Esta mezcla reduce significativamente los procesos de oxidación en el cuerpo causando una muerte clínica artificial.
Para comprobar la eficacia de este compuesto, se han realizado experimentos con nematodos (gusanos) y ratas. Después de la inyección de la droga a las ratas, se registró la suspensión de sus funciones vitales, proceso tras el cual se extrajo el 60% de su sangre. Los animales permaneceron hasta diez horas en esas condiciones y después fueron reanimados con éxito. En el TIPS, donde 15 científicos están realizando estas investigaciones, esperan los primeros resultados en el plazo de un año y medio.