El recubrimiento, diseñado en la universidad Tecnológica de Nanyang, se aplica por el momento a lentes de contacto y en productos para animales. La gran ventaja del material es que mata a los microorganismos sin necesidad de aplicar antibióticos, ante los que las bacterias pueden desarrollar resistencia. Los especialistas de la universidad creen que este cobertura podría ayudar a tratar enfermedades bacteriológicas.
Además, los científicos creen que las aplicaciones del material podrían ser muy amplias, desde los implantes quirúrgicos hasta instrumentos médicos pasando por utensilios de cocina. Sobre la base de este hallazgo también han creado una solución que en el futuro podría comercializarse en forma de cremas y lociones para tratar heridas. Según el catedrático Mary Chan, el científico que encabeza la investigación, el objetivo final es curar aquellas enfermedades graves de origen bacteriológico como la neumonía y la meningitis, acabando con la necesidad de usar antibióticos.