El descubrimiento puede tener interesantes aplicaciones energéticas, ya que el hidrógeno producido por la hoja podría ser usado en procesos para generar electricidad.
Los ingenios actuales destinados a este fin son muy caros, ya que son fabricados con metales como platino. A diferencia de ellos, la hoja artificial está compuesta de materiales más baratos como zinc, molibdeno y níquel, lo que permite usarla con aplicaciones prácticas en la generación de electricidad.
“La hoja artificial garantizará a la sociedad mundial el camino más directo a la energética estable del futuro”, comenta Daniel Nocera, padre del invento, que espera que la aplicación de su invento comience a ser una realidad dentro de unos dos o tres años.