El equipo, encabezado por Anthony Watts de la universidad británica de Oxford, detectó que la altura del cráter perteneciente al grupo de volcanes de Monowai, entre los archipiélagos de Kermadec y Tonga, en algunos puntos aumentó en 14 centímetros, mientras que en otros se redujo en 74 centímetros, según publica la revista Nature Geoscience.
Los investigadores agregaron que durante la expedición realizada entre mayo y junio de 2011, en el lugar apareció un nuevo cráter donde anteriormente se descubrieron fallas.
La cantidad de volcanes submarinos es mucho mayor que la de los terrestres y debido a su relativa inaccesibilidad, poco se sabe de su estructura y evolución.
Según Watts, la altura y contracción de este volcán varía mucho más rápido de lo que mostraban mediciones realizadas en expediciones anteriores; sin embargo, indicó que "se despierta" solo unas pocas semanas al año.
No obstante, señaló que el estudio de otros volcanes de este tipo ayudará a entender si este comportamiento es una norma o se trata de un fenómeno inusual.