La comisión consultiva del SKA resolvió la disputa entre Australia y Sudáfrica, los dos países que aspiraban a alojar el objeto. El telescopio, que debe ser construido en los próximos 12 años, está diseñado para ocupar un territorio de 3.000 kilómetros cuadrados. Sin embargo, ahora su superficie será aún mayor, ya que una parte de este complejo enorme estará en Sudáfrica y otra en Australia.
El proyecto del telescopio integra la instalación de 3.000 receptores de señales, radares de 15 metros de anchura cada uno, y muchas otras antenas. El coste preliminar de construcción es de 1.500 millones de dólares.
Una vez instalado, el complejo telescópico más potente de la Tierra ayudará a los científicos a sondear el espacio con un sensibilidad 50 veces mayor que la de las instalaciones similares operativas hoy en día. Según el director general provisional de la organización SKA, esto "cambiará la imagen del Universo" y permitirá "ver los momentos posteriores al Big Bang y descubrir las zonas del espacio todavía desconocidas”.
Además, destacan los investigadores, la sensibilidad prodigiosa del complejo permitirá buscar vida extraterrestre, ya que será capaz de detectar las señales más débiles que revelen su existencia.