Sin embargo, algunos científicos cuestionan este descubrimiento y suponen que Lomonósov debería haber imaginado algunos detalles que en realidad no podría haber observado con sus propios ojos.
Preparativos para el experimento
En esta ocasión un equipo de astrónomos liderado por especialistas del Colegio Williams (México), del Observatorio de la Costa Azul y del Observatorio de París pretende examinar detalladamente lo que en realidad pudo ver el científico ruso. Además, será una oportunidad única para que los científicos mejoren las actuales técnicas que permiten detectar planetas extrasolares.Para ello, los expertos usarán coronógrafos, telescopios especiales que se aplican para estudiar la atmósfera solar, capaces de filtrar su luz, lo que les permitirá observar las capas externas de la atmósfera del Sol.
Nueve coronógrafos que serán usados en el marco del experimento están ubicados en Australia, Kazajistán, Japón, en la Costa Oeste de EE. UU., las islas Hawái y en el archipiélago Svalbard.
Por otra parte, el astronauta estadounidense Don Pettit tiene previsto por su cuenta realizar una serie de observaciones del tránsito de Venus desde la Estación Espacial Internacional (EEI) y pasar las primeras fotos del fenómeno a la Tierra.
Los astrónomos aseguran que el espectáculo celeste, que no se repetirá hasta 2117, se podrá observar casi desde cualquier lugar del mundo, mientras que los residentes del Pacífico occidental, Asia oriental y el este de Australia tendrán la oportunidad de contemplar todo el ‘paseo’ del planeta frente al Sol, que durará unas siete horas.