La denominada “anomalía del Báltico”, bautizada así por sus descubridores, es un objeto circular de aproximadamente 60 metros de ancho que fue hallado en el fondo del mar Báltico, entre Suecia y Finlandia, por oceanógrafos suecos cuando, en agosto de 2011, buscaban un carguero hundido.
En una expedición que durará diez días, un equipo formado por 13 oceanógrafos, ingenieros y buzos de aguas profundas planea tomar imágenes 3D y muestras de toxicidad y radiación para tratar de dar respuesta a las dudas planteadas por ufólogos, biólogos, investigadores y curiosos en general acerca de este singular objeto.
“No sabemos si estamos ante un fenómeno natural o un objeto. Lo detectamos en el sonar cuando estábamos en busca de un barco que naufragó durante la Primera Guerra Mundial“, dijo uno de sus descubridores, Peter Lindberg, en Fox News.
Aunque todavía se desconoce qué es exactamente este objeto, las posibilidades que se barajan son numerosas. Mientras algunos opinan que podría formar parte de los restos de un meteorito o de un buque de guerra, varios medios y ufólogos no descartan que pueda tratarse de un platillo volante.
“Puede ser cualquier cosa. Pero si fuese una nave diseñada y construida por seres no humanos, sería como si nos hubiese tocado la lotería”, declaró en esa cadena estadounidense el investigador sueco.