De media, la longitud desde la parte inferior a la superior del cráneo del hombre se ha incrementado en 8 milímetros, mientras que la capacidad craneal aumentó a 200 centímetros cúbicos, que es el equivalente al volumen de una pelota de tenis. En cuanto a las mujeres, la longitud y el aumento de la capacidad craneal aumentó en 7 milímetros y 180 centímetros cúbicos respectivamente.
¿Cuál es la razón?
Hasta ahora, los investigadores encuentran dificultades para encontrar los motivos de este fenómeno: puede ser, opinan, que se trate de un espontáneo proceso evolutivo o de una consecuencia en los cambios de las condiciones de vida."Tal vez el aumento se deba a la mejoría en la nutrición, la reducción de la mortalidad infantil y materna, a la reducción del esfuerzo físico o al aumento de matrimonios interétnicos, aunque por ahora resulta muy difícil determinar cuál de estos factores jugó el papel clave", sostiene Lee Janz, uno de los autores del estudio.
Desde finales del siglo XIX, la altura craneal de los estadounidenses blancos aumentó un 6,8%, mientras que el peso corporal un 5,6% y la longitud del fémur solo un 2%. Por lo tanto, en términos relativos, el cráneo de los norteamericanos se ha incrementado más notablemente que otras partes del cuerpo.