La investigación realizada en la Universidad de Cambridge descubrió que la gente de ese rango de edad por lo general opta por contraseñas dos veces más fuertes que las de los adolescentes.
El estudio involucró a casi 70 millones de usuarios de Yahoo! y se realizó sin obtener datos personales, por ser utilizado el método conocido como 'hashing', que impone acceso a las cuentas.
Joseph Bonneau, quien encabezó el estudio, también halló una correlación entre la nacionalidad y la seguridad de la contraseña. Resultó que los más cuidadosos sobre la seguridad de su información personal son los alemanes y coreanos, mientras que las claves menos seguras fueron registradas en Indonesia, Vietnam e Italia.
El estudio reveló que la mayoría de los internautas tienen contraseñas más débiles de lo que recomiendan los expertos.
Mediando la seguridad de la contraseña, con la posibilidad de fracturarla al azar, Bonneau descubrió que en promedio hacen falta 1.000 tentativas antes de poder adivinarla.
El científico quedó tan desilusionado por la simplicidad de forzar algunas, que recomendó usar secuencias de nueve caracteres, que serían 1.000 veces más fuertes en cuanto a la seguridad.