El estudio de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sobre la gestión de esa región del noreste australiano, formada por alrededor de 3.000 pequeños arrecifes y más de 900 atolones, exige al Gobierno que detenga los nuevos proyectos para poder aplicar soluciones estratégicas que protejan este bien, que desde 1981 forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad.
El ministro de Medio Ambiente de Australia, Tony Burke, indicó este sábado que hablará con el Gobierno del estado de Queensland sobre el impacto de la ampliación del puerto de Gladstone. Además, recalcó la necesidad de lograr un equilibrio adecuado entre el turismo y el medioambiente en esa zona.
El turismo incontrolado y el aumento de la actividad minera se han convertido en una amenaza para la Gran Barrera de Coral. El Comité de la UNESCO está especialmente preocupado por el proyecto de explotación de gas natural licuado en la Isla Curtis y la ampliación del puerto del Gladstone.
La senadora del Partido Verde, Larissa Waters, comentó que el informe de la UNESCO es una "bofetada" a las autoridades locales y nacionales por algo que su agrupación lleva denunciado desde hace tiempo.
El pasado mes de febrero, el Fondo Mundial Para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) ya advirtió que durante los últimos 50 años, la vegetación de coral en la Gran Barrera se redujo a la mitad.
La Gran Barrera, el mayor arrecife de coral del mundo, está situado al noreste de Australia. Se extiende a lo largo de 2.600 kilómetros frente a las costas del estado australiano de Queensland y consta de casi 3.000 arrecifes, lo que supone un 10% de la superficie de coral del planeta.