Según este estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Florencia, la traición a su pareja genera en los varones problemas de remordimiento, estrés y un fuerte agobio que repercuten en su salud cardíaca.
Además, durante el acto sexual la presión arterial se pone a prueba, ya que esta aumenta significativamente durante el orgasmo, y el riesgo de sufrir una isquemia o un infarto al miocardio se intensifica de una manera considerable.
“Es posible que un encuentro sexual secreto en un lugar extraño aumente significativamente la presión arterial y la frecuencia cardíaca e incrementa la demanda de oxígeno”, afirma la doctora Alessandra Fisher, una de las autoras del estudio.
Según Fisher, “el sexo fuera del matrimonio puede ser también peligroso y estresante pues es más frecuente tenerlo después de beber y comer en exceso”.
"Además de esto, las relaciones sexuales con amantes son arriesgadas porque por lo general suelen ser mucho más jóvenes que los hombres e implican un esfuerzo físico mayor", dice la experta. Así, las aventuras extramaritales pueden resultar mucho más peligrosas de lo que realmente se piensa.