La innovación se centra en la estructura orgánica denominada ‘NOTT-202a’, con forma de panal, y según opinan los expertos, representa una nueva clase de materiales porosos.
‘NOTT-202a’ permite la absorción selectiva: mientras que otros gases como el nitrógeno, el metano o el hidrógeno pueden traspasarlo sin problemas, el dióxido de carbono queda atrapado en los nanoporos del material, incluso a bajas temperaturas.
Los resultados, publicados en la revista 'Nature Materials', representan
una parte de esfuerzos a largo plazo del desarrollo de nuevos materiales
para el almacenamiento de los gases y, según afirman los científicos,
son capaces de influir en la promoción de nuevos productos que captan
emisiones de carbono durante el procesamiento de los combustibles
fósiles.
Los investigadores subrayan que se trata de un invento muy importante ya que a partir de ahora la captura y almacenamiento de CO2 podría disminuir las emisiones atmosféricas de carbono derivadas de la actividad del hombre y ayudar a solucionar el problema del calentamiento global.