Los científicos dividieron a todos los ratones en tres grupos: los que recibieron EPO humana inyectable, los que fueron modificados genéticamente para producir EPO humana y un grupo de control que no fue sometido a ningún tratamiento.
Los resultados, publicados en la revista de la Federación de Sociedades Americanas de Biología Experimental sorprendió a los investigadores: absolutamente todos los que utilizaron hormonas se vieron beneficiados.
Ayudará a muchos
"Demostramos que la eritropoyetina aumenta la motivación para practicar ejercicio. Es muy probable que tenga un efecto similar sobre el estado de ánimo de una persona”, informó Max Gassmann, uno de los científicos que realizó el experimento.
El descubrimiento abre la posibilidad de crear un medicamento que ayude a la gente a llevar un estilo de vida saludable y hacer mella en la epidemia de obesidad generada en parte por la vida sedentaria.
Más allá de eso, la hormona podría ser utilizada para mejorar la resistencia corporal o la masa muscular, acelerar la recuperación del organismo e incluso para tratar enfermedades mentales en las que la actividad física ayuda a mejorar los síntomas, como en el caso del Alzheimer.