Los entrenamientos se realizaron tanto en un simulador de la nave tripulada Soyuz TMA-M, como en uno de los segmentos rusos de la Estación. En la nave tuvieron que sortear problemas de comunicación y diversos fallos, como del sensor infrarrojo responsable de orientar la nave, de ordenadores y sensores de contacto durante el acoplamiento con la Estación, del sensor de la velocidad angular durante el descenso de la nave a la órbita y la falta de hermeticidad en la botella de oxígeno en la cápsula espacial.
En el simulador de la Estación, tuvieron que resolver entre otros problemas el de comunicación entre la EEI y el Centro del Control de Vuelos; un fallo de la bomba de vacío del sistema de purificación del aire; un incendio en el segmento ruso de la EEI y su evacuación.
A lo largo de dos días, las dos tripulaciones (la principal y la suplente) mostraron su profesionalismo. El equipo principal está integrado por el ingeniero ruso de a bordo Yuri Malénchenko, el astronauta japonés Akihiko Hoshide y la comandante, la estadounidense Sunita Lyn Williams. Para Williams, será su segunda estancia en la EEI. La primera tuvo lugar entre diciembre del 2006 y junio del 2007, duró 195 días y fue un récord de vuelo espacial para una mujer. A lo largo de aquella misión, Williams tuvo cuatro salidas al espacio abierto de una duración total de 26 horas y 17 minutos.
Hoshide también estuvo ya en la Estación en el 2008. Pero su estancia fue mucho más corta, de unas dos semanas. Él llegó con el transbordador espacial Discovery para instalar y poner en funcionamiento el módulo de experimentación japonés Kibō, un espacio que permitió a los astronautas desenvolverse en un entorno confortable con una presión y composición de aire similares a las terrestres para realizar experimentos y observaciones astronómicas de larga duración.
El equipo suplente está integrado por el ruso Román Romanenko, el canadiense Christopher Hadfield y el estadounidense Thomas Marshburn.