Hacía tiempo que los científicos querían saber si una persona podría sobrevivir en un lago de lava. Algunos afirmaban que en determinados tipos de lagos un ser humano con ropa diseñada con material aislante podría andar un rato sobre la superficie ya que la lava es muy densa. Otros sostenían que cualquiera que se atreviera a entrar se quemaría en la superficie.
Para resolver esas dudas, una bolsa de residuos que simulaba el peso de un cuerpo humano fue tirada desde una altura de 80 metros. El objeto rompió la corteza que cubría el lago, se hundió a una profundidad de 73 metros y fue consumido por fuentes de lava ardiente.