El objetivo de los investigadores del Laboratorio Nacional de Brookhaven (Nueva York) era obtener la materia de quarks y gluones, que se cree existió por unas pocas millonésimas de segundo después del Big Bang y la creación del Universo.
"Cuando el Universo todavía era pequeño y caliente, este material probablemente existió e influyó en su desarrollo. Todo lo que encontramos ahora y podemos observar, se deriva de esta sustancia, compuesta de quarks y gluones. Aunque se llama plasma, en lo que se refiere a sus propiedades es muy diferente del plasma normal", explicó el doctor en ciencias físico-matemáticas, profesor Mikhaíl Polikarpov.
Los científicos opinan que la creación de esta 'sopa supercaliente' podría
darles nuevos conocimientos sobre las propiedades del Universo
primitivo.
Los representantes del Libro Guinness de los Récords reconocieron oficialmente el logro, atribuyéndole la categoría de "la temperatura más alta obtenida artificialmente".