La estimación apróximada fue realizada por el Comité Internacional de Seguimiento de Técnicas de Reproducción Asistida (CMART). Según esta valoración, en el mundo se conciben cada año cerca de medio millón de ciclos gracias a estos métodos. Entre las regiones donde se usan activamente, el líder es Europa y le siguen EE.UU. y Japón.
Estos métodos incluyen, además de la fecundación in vitro, técnicas como la inyección intracitoplasmática de espermatozoides en el ovocito (ICSI).
La doctora española y presidenta de la Sociedad Europea de Medicina Reproductiva (ESHRE), Anna Veiga, sostuvo que “la marca de cinco millones es un hito que justifica todas las batallas legales y morales, los debates éticos y la dura lucha por la aprobación social”.
“La estadística demuestra que la fecundación in vitro es muy exitosa cuando existen problemas reproductivos”, indicó el médico estadounidense David Adamson.
En 1978 nació Louise Brown, el primer "bebé de probeta" engendrado gracias al tratamiento de fecundación in vitro (FIV), técnica que consiste en estimular la ovulación de la mujer con preparados hormonales para luego fecundar con espermatozoides los óvulos maduros en el laboratorio. El ovocito resultante se transfiere al útero para empezar la gestación. Debido a los altos costos, no todas las parejas pueden recurrir a este método cuando el esperado embarazo no se produce.
La inyección intracitoplasmática de espermatozoides en el ovocito (ICSI) se usa cuando existen problemas de esterilidad masculina. Es una técnica de microfecundación que consiste en inyectar directamente un espermatozoide en el óvulo.
Estos datos han sido presentados en el 28.º Congreso Anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología, que se está celebrando esta semana en Estambul, Turquía.