En un principio se pensaba que los dinosaurios se apareaban en el agua para mantener el equilibrio, pero las más recientes teorías apuntan a que el macho montaba a la hembra por la espalda, tal como lo hacen actualmente muchas aves.
“En el momento del apareamiento de estos reptiles prehistóricos, el macho se subía a la espalda de la hembra y luego todo sucedía como con los pollos modernos”, afirma un artículo publicado en el periódico estadounidense The Huffington Post.
Según los paleontólogos, la posición 'preferida' de todos los dinosaurios era parecida a esta, a pesar de variar en peso y tamaño, o tener diversos tipos de cuernos en la espalda.
En 1998, el paleontólogo inglés Beverly Halstead dedujo que el acto sexual de los dinosaurios transcurría de la siguiente forma: Al montarse sobre la espalda de la hembra, el macho ponía sus patas delanteras sobre los hombros de la hembra y una de las patas traseras en la espalda, después movía la cola para llegar a los genitales de la hembra.
En la actualidad esta teoría es defendida por algunos paleontólogos, que aseguran que los dinosaurios, ya sea hembras o machos, tenían un orificio único llamado 'cloaca' por donde excretaban y que a la vez les servía para aparearse.
Compara esto con las aves y cocodrilos, que tienen una especie de pene copulador y excretor, aunque el tamaño del de los dinosaurios podría haber alcanzado los 3,5 metros.