En marzo de 2010 se discutirá en Tokio el futuro funcionamiento de la Estación Espacial Internacional (EEI) tras el año 2016. La decisión será tomada por los representantes de las agencias espaciales participantes, según la información entregada por el jefe de la Agencia Federal Espacial de Rusia (Roscosmos), Anatoli Pérminov.
“En marzo se planea en Tokio una reunión de los representantes de las agencias espaciales que participan en la construcción de la estación. En ella examinaremos los resultados del uso de la base espacial y decidiremos su futuro destino”, dijo Pérminov.
Al mismo tiempo señaló que la mayoría de sus colegas extranjeros “se inclinan a continuar el empleo de la EEI hasta 2020, como mínimo”.
Anteriormente el jefe de la agencia espacial había dicho que ya existe un programa de funcionamiento de la EEI para el año 2010, pero falta precisión en los programas de NASA.
La EEI es una estación orbital pilotada que sirve como base de investigaciones espaciales multiuso. Es un proyecto internacional en el que participan 16 países: Alemania, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, EE. UU., España, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón, Noruega, Rusia, los Países Bajos, Suecia y Suiza.
Una parte considerable del presupuesto de la Agencia Federal Espacial rusa se asigna para la estación. A partir de 1998 se realizaron más de 30 vuelos de naves espaciales Soyuz y Progress, las que se convirtieron desde 2003 en los principales medios de transporte de carga y tripulantes. Para el mantenimiento de la estación se gastan cada año cerca de 1 500 millones de dólares.
En la historia de la cosmonáutica, la EEI es el proyecto espacial más costoso y más criticado. Las objeciones de la parte estadounidense se centran principalmente en el enorme costo del proyecto (más de 100 000 millones de dólares) y la no obtención de resultados prácticos y científicos relevantes.
En Rusia, mientras tanto, se critica más bien a la postura poco activa de Roscosmos que no siempre defiende los intereses del país en el proyecto internacional.