Tras realizar estudios, los expertos encontraron que el consumo diario de uno o dos vasos de vino, cerveza u otra bebida alcohólica suave reduce el riesgo de osteoporosis y activa el proceso de restauración del tejido óseo.
En el organismo humano, a lo largo de toda la vida ocurre un proceso de regeneración de las células de hueso. Sin embargo, con la edad se reduce la producción de nuevas células, particularmente se observa una disminución significativa en pacientes que padecen de osteoporosis. Así, son las mujeres de avanzada edad las más propensas a esta enfermedad, pues después de la menopausia se reduce la producción de la hormona estrógeno, que es la responsable de los procesos de restauración.
Estudios recientes de la Universidad de Oregon, EE.UU., demostraron que las mujeres que consumen regularmente pequeñas cantidades de alcohol tienen los huesos más fuertes que aquellas que abusan de alcohol o las que no beben en absoluto.
Como parte de la investigación se monitoreó la salud de 40 mujeres que diariamente tomaban pequeñas dosis de alcohol, y luego se abstenían de hacerlo durante dos semanas. Los análisis de sangre mostraron que durante el período 'sobrio' en la sangre aumentaba considerablemente el contenido de marcadores moleculares que indican la destrucción de células óseas. Y al día siguiente, después de que las mujeres reanudaban la ingesta de alcohol, bajaba rápidamente la concentración de estas moléculas en la sangre.
Los médicos advierten que el abuso de alcohol a cualquier edad genera problemas graves de salud. Sin embargo, la serie de recientes investigaciones en este campo convencen a los científicos que el consumo de una cantidad moderada de alcohol en edades medias y avanzadas produce un efecto favorable sobre el cuerpo. En particular, en las mujeres se reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de accidentes cerebrovasculares, además aumenta la esperanza de vida.