Ciencias
Madre pese al cáncer de ovarios
Por primera vez, un grupo de médicos consigue que una mujer con cáncer de ovarios dé a luz gracias a la técnica de vitrificación de ovocitos.
En 2009 a Vanessa Pastor le diagnosticaron un cáncer de ovario en estado muy incipiente. Después de someterse a una operación en Zaragoza en la que le fue extirpado el ovario izquierdo, los médicos le comunicaron que era también necesario extirpar el derecho, lo que le privaría de tener hijos.
La joven optó por buscar una segunda opinión médica en la Fundación Dexeus Salud de la Mujer de Barcelona. El equipo de este centro la sometió a dos ciclos de estimulación ovárica con el fin de obtener ovocitos para su congelación y, tras concluir este proceso, se sometió a una segunda intervención quirúrgica en julio de 2010 para extirpar el otro ovario.
"Es un caso excepcional en el que, además, el procedimiento usado era la única vía de preservar la maternidad de la paciente", explicó este miércoles en rueda de prensa Pedro Barri, presidente de la Fundación Dexeus Salud de la Mujer en Barcelona.
"Cuando le dijimos que existía esta posibilidad aún no sabíamos si iba ser posible, era algo que tenía que evaluar el equipo de reproducción asistida; pero ella se emocionó, simplemente por saber que existía la posibilidad", recuerda Rafael Fábregas, consultor de Ginecología Oncológica de este centro.
Un año y medio después, tras superar el cáncer, se le implantaron parte de los embriones resultantes de los ovocitos vitrificados y, 39 semanas después -el pasado 12 de junio- nació su hijo Mario.
La vitrificación es una nueva técnica de congelación de óvulos de manera súbita, a una velocidad de 23.000 grados por minuto, con la que no se daña la célula.
La joven optó por buscar una segunda opinión médica en la Fundación Dexeus Salud de la Mujer de Barcelona. El equipo de este centro la sometió a dos ciclos de estimulación ovárica con el fin de obtener ovocitos para su congelación y, tras concluir este proceso, se sometió a una segunda intervención quirúrgica en julio de 2010 para extirpar el otro ovario.
"Es un caso excepcional en el que, además, el procedimiento usado era la única vía de preservar la maternidad de la paciente", explicó este miércoles en rueda de prensa Pedro Barri, presidente de la Fundación Dexeus Salud de la Mujer en Barcelona.
"Cuando le dijimos que existía esta posibilidad aún no sabíamos si iba ser posible, era algo que tenía que evaluar el equipo de reproducción asistida; pero ella se emocionó, simplemente por saber que existía la posibilidad", recuerda Rafael Fábregas, consultor de Ginecología Oncológica de este centro.
Un año y medio después, tras superar el cáncer, se le implantaron parte de los embriones resultantes de los ovocitos vitrificados y, 39 semanas después -el pasado 12 de junio- nació su hijo Mario.
La vitrificación es una nueva técnica de congelación de óvulos de manera súbita, a una velocidad de 23.000 grados por minuto, con la que no se daña la célula.
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