Ciencias
Crean ‘Kissenger’, un robot de silicona para besarse por Internet
Enamorados y aficionados a Internet pronto tendrán la oportunidad de adquirir el robot 'Kissenger', un dispositivo formado por unos labios de silicona que posibilita 'besar' a la persona que esté al otro lado de la computadora.
El nombre de este nuevo producto proviene de una combinación de dos palabras inglesas ‘kiss’ (‘beso’) y ‘messenger’ (‘mensajero’).
El uso del dispositivo, con forma de un huevo, es simple: al conectarlo a uno de los puertos USB de la computadora y besarlo, la persona con la que se mantiene la charla lo recibe inmediatamente al otro lado de la pantalla mediante el mismo aparato.
Según afirma Hooman Samani, profesor de la Universidad Nacional de Singapur, para intensificar la sensación del beso, los labios de silicona contienen detectores de movimiento, lo que asegura una sensación placentera entre los enamorados que podrían incluso mirarse a los ojos a través de la pantalla de sus computadoras.
El aparato, que todavía no ha sido lanzado al mercado, está a punto de ser terminado en un laboratorio de la Universidad Nacional de Singapur en cooperación con la Universidad Keio, de Japón.
"Para poner en el mercado un producto que va a tocar un tema sensible, debemos efectuar estudios sobre los aspectos sociales y culturales", apuntó Samani. "Un beso es algo muy íntimo", por lo que el dispositivo no puede salir al mercado antes de ser perfeccionado, agregó el profesor.
El uso del dispositivo, con forma de un huevo, es simple: al conectarlo a uno de los puertos USB de la computadora y besarlo, la persona con la que se mantiene la charla lo recibe inmediatamente al otro lado de la pantalla mediante el mismo aparato.
Según afirma Hooman Samani, profesor de la Universidad Nacional de Singapur, para intensificar la sensación del beso, los labios de silicona contienen detectores de movimiento, lo que asegura una sensación placentera entre los enamorados que podrían incluso mirarse a los ojos a través de la pantalla de sus computadoras.
El aparato, que todavía no ha sido lanzado al mercado, está a punto de ser terminado en un laboratorio de la Universidad Nacional de Singapur en cooperación con la Universidad Keio, de Japón.
"Para poner en el mercado un producto que va a tocar un tema sensible, debemos efectuar estudios sobre los aspectos sociales y culturales", apuntó Samani. "Un beso es algo muy íntimo", por lo que el dispositivo no puede salir al mercado antes de ser perfeccionado, agregó el profesor.
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