Los neurofisiólogos de la Universidad Emory (EE.UU.) descubrieron los beneficios de la actividad musical, al comparar el estado mental de personas de entre 60 y 80 años, que tuvieron diferentes aficiones durante su vida, incluso las lecciones de música.
Las funciones cognitivas fueron mejores entre quienes regularmente practicaron música durante 10 o más años, aunque haya sido como hobby. Por más que un individuo hubiera dejado de practicar muchos años atrás, el efecto positivo aparecía cuando era una persona mayor.
Además, los autores del estudio revelaron intersantes peculiaridades. Por ejemplo, si un individuo empezó a practicar música antes de los nueve años, al ser una persona mayor tenía una memoria mejor. Aquellos que comenzaron en la adolescencia, mostraron como resultado una mejor orientación en el espacio. Hasta las lecciones de música a una edad madura repercutían en la celeridad de los procesos cerebrales.
Según la impulsora del estudio, Brenda Hanna-Pladdy, la investigación da la posibilidad de considerar a las actividades musicales como una forma muy efectiva de enriquecimiento cognitivo.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista 'Frontiers in Human Neuroscience'.