Investigadores de la Universidad de Saskatchewan, Canadá, descubrieron el cráter al sobrevolar la isla hace unos dos años. En aquel momento estaban elaborando un mapa para un programa del Departamento de Recursos Naturales de Canadá.
“Era una de las pocas partes del Ártico que todavía no tenía un mapa detallado. Había un mapa hecho en los 60 [del siglo XX], pero era demasiado general, por eso íbamos a agregar los detalles”, dijo Brian Pratt, uno de los científicos.
Los datos recogidos durante los siguientes dos años demostraron la hipótesis sobre el origen espacial de esta forma de relieve. Los científicos bautizaron al cráter en honor del Príncipe Alberto (que coincide con el nombre de la península donde se encuentra).
Sugieren que su edad es de al menos 130 millones de años, aunque podría ser de incluso 350 millones. En su opinión, apareció como consecuencia de la caída de un meteorito que cambió el clima del planeta y destruyó a los dinosaurios.
“Un cráter de este tamaño podría haberse formado por la caída de un meteorito con un diámetro de al menos cinco kilómetros. Hechos de esta magnitud se producen en nuestro planeta solo una vez cada periodos de entre uno y tres millones de años”, añadió Pratt.