En realidad resultó que esas manchas azules son cristales proteínicos, que contienen cobre, emitidos por glándulas especializadas en la espalda del insecto. Cuando un enemigo ataca a la termita, la bolsa con cristales se rompe y se produce una reacción química entre los cristales y los productos de las glándulas salivales, secretados durante la ruptura. El insecto lanza fuera una gota del líquido tóxico para otros insectos y para la misma termita.
Con la edad, aumenta el peso de los cristales en las bolsas de termitas. Por eso, dado que la eficiencia alimentaria de un insecto viejo declina, el 'Gobierno' de las termitas garantiza la seguridad en su territorio con los viejos soldados suicidas.
El estudio fue publicado en la revista Science.