Aunque antes se aceptaba que tener hijos a edades avanzadas aumentaba el riesgo para la madre y el producto, ahora se han descubierto ciertas ventajas de embarazarse después de los 30 años.
Mientras las crisis y los factores económicos de los últimos años ha aumentado la edad promedio de las madres, los científicos van descubriendo efectos positivos en ello, como cierta disminución del riesgo de desarrollar cáncer en el endometrio.
De 13 % a 40 % menos riesgo
Investigadores de California (EE.UU.) descubrieron que las mujeres que se embarazan después de los 30 años tienen una ‘ventaja anticáncer’, un riesgo disminuido para desarrollar cáncer de endometrio, la mucosa que cubre la cavidad uterina, informó The American Journal of Epidemiology.
“Cada nacimiento espaciado a cinco años a edades de 30 años o más disminuye el riesgo de cáncer endometrial en promedio un 13 %”, explicó la doctora Veronica Setiawan de la Universidad de California del Sur.
Gracias también al patrocinio del Instituto Nacional de Cáncer de EE.UU. el estudio se centró en el análisis de más de 25.000 mujeres, 8.671 de las cuales tenían cáncer endometrial. Y los resultados confirman el vínculo.
Madres maduras y sanas
Según la doctora Setiawan, si la mujer se embaraza después de los 30 años puede disminuir el riesgo de cáncer del útero de un 17 a un 44%, Es más, según médicos estadounidenses, este efecto positivo podría mantenerse durante décadas.
Las mujeres que fueron madres entre los 30 y 34 años redujeron el riesgo de desarrollar cáncer de útero un 17 % en comparación con las que tuvieron hijos a los 25 años; aquellas que se embarazaron entre los 35 y 39 años los redujeron un 32%.
De hecho, las mujeres dieron a luz a los 40 años o más tuvieron un 44 % menos riesgo de cáncer endometrial que aquellas que lo hicieron a los 25 años.
Ser madres a edades antes consideradas 'tardías' previene de cáncer incluso después de tomar en cuenta otros factores conocidos por su capacidad de influir en el desarrollo de la enfermedad y “muestra que persiste esta protección durante muchos años,” subrayó Setiawan.
Progesterona, la clave
Es la exposición prolongada a la progesterona, la hormona involucrada en el ciclo menstrual femenino, el embarazo y la embriogénesis, la que puede también proteger contra el desarrollo del cáncer.
“Este estudio muestra definitivamente que la edad es un factor importante, después de otros como el peso corporal, el número de hijos previos y el uso pastillas anticonceptivas”, señaló Setiawan.
También se advierte de una diferencia de riesgo existente entre las mujeres angolsajonas y las asiáticas, pero no con el de afroamericanas, que fueron minoría. Setiawan sugirió que habría que emprender un estudio adicional que compare grupos más grandes de mujeres de diferentes razas.
"Este estudio resalta un factor protector importante contra el cáncer de endometrio y conocer el mecanismo exacto subyacente nos ayudará a comprender mejor cómo se desarrolla y se podría prevenir mejor", concluyó Setiawan.