Convivencia con murciélagos-vampiros: ¿vacuna contra la rabia?

"Por qué estas personas no mueren resulta muy intrigante", dice un ecologista de enfermedades de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) Amy Gilbert.

La detección de anticuerpos contra la rabia en la sangre de un 14% de los individuos sanos que viven en dos comunidades de la Amazonía peruana, Truenococha y Santa Marta, sugiere que las personas han estado expuestas al virus y han sobrevivido, escriben los investigadores en la revista 'American Journal of Tropical Medicine and Hygiene'.

Sólo una persona de las examinadas dijo haber sido vacunada contra la rabia, mientras que el 23% reconocieron haber entrado en contacto con murciélagos-vampiros a través de picaduras, rasguños o contacto táctil.

La mordedura relativamente suave de un murciélago-vampiro puede reducir una dosis del virus en comparación con, por ejemplo, el mordisco de un perro o de un mapache. La proximidad de la picadura a la cabeza de la víctima también puede jugar un papel importante. Tal vez incluso la genética de una víctima es importante, opinan los científicos.

Sin un tratamiento inmediato, el virus de la rabia afecta el cerebro de una víctima, dando lugar a fiebre, parálisis, convulsiones y muerte. Cada año, el virus mata a más de 55.000 personas en todo el mundo.

El descubrimiento de que varias personas parezcan haber sobrevivido a la exposición a la rabia no significa que nadie debería dejar de preocuparse por el virus. "Ciertamente no creemos que estas personas estén protegidas", dijo Gilbert.  "De hecho, en las zonas donde las personas tienen interacciones más o menos regulares con los vampiros, las inmunizaciones rutinarias, especialmente de los niños, son una buena idea”, agregó.