La NASA recibió una señal del Curiosity poco después de atravesar la atmósfera marciana en la mañana del 6 de agosto. Inmediatamente, la sonda envió las primeras fotografías en blanco y negro del cráter en las que se reflejaba la sombra del vehículo. Los primeros informes apuntan que los instrumentos del dispositivo funcionan bien.
El Curiosity es un vehículo cinco veces más pesado que todos los anteriores robots de este tipo: su tamaño es como el de un automóvil compacto y pesa casi una tonelada. Tiene instrumentos científicos que nunca han sido utilizados en Marte y que le permitirán colectar toda la información necesaria acerca del planeta.
Durante el viaje recorrió 567 millones de kilómetros en más de ocho meses. El aterrizaje del Curiosity en la superficie marciana fue lo más difícil. Ahora empieza la parte más importante de la misión, que consiste en buscar rastros de vida en Marte, así como estudiar la historia geológica del planeta. Durante un año marciano (687 días terrestres), el todoterreno recorrerá 20 kilómetros de la superficie del planeta rojo y llevará a cabo minuciosas investigaciones geológicas y geoquímicas, analizará la atmósfera del planeta y su clima y hará prospecciones de agua y sustancias orgánicas.