Científicos ucranianos realizaron un experimento dejando alimentos al lado de la computadora durante cierto tiempo, después de haberles aplicado un análisis molecular. Al volver analizarlos resultó que la estructura molecular del agua contenida en los alimentos cambió negativamente.
“El agua se vuelve 'agresiva', cambia su estructura y termina siendo dañina para el organismo humano”, explica Mijaíl
Kurik, uno de los autores de la investigación.
Lo mismo pasa con el el 80% de agua existente en el cuerpo humano. Según los médicos, el impacto negativo se acumula en el organismo y a largo plazo puede desarrollar trastornos como la enfermedad de Alzheimer o Parkinson.
Los especialistas recomiendan pasar menos tiempo frente a la computadora y no comer cerca del dispositivo para no causar un daño adicional al organismo.