Un algoritmo es una serie preestablecida de instrucciones o reglas
ordenadas y finitas que permiten realizar paso a paso una actividad o
resolver un problema abstracto, como descubrir quiénestá detrás de rumores en las redes sociales, quien participa en un atentado terrorista o cómo se propaga una epidemia.
Para tener estas respuestas basta con obtener una poca de información de algunas de las personas implicadas y conocer el momento exacto en el que envian mensajes, según explica Pedro Pinto, autor del proyecto.
El sistema matemático creado en la Escuela Politécnica de Lausana en Suiza, cuyos detalles se publican en la revista Physical Review Letters, podría emplearse también para descubrir (analizando a muy pocos usuarios) el origen de un mensaje de correo basura o el sitio de lanzamiento de un ataque de virus informático.
Pinto aclara que este algoritmo, en cuyo desarrollo se ha invertido un año y medio, no fue creado para descubrir quiénes extienden chismes en las redes sociales, sino que fue concebido como una herramienta para mejorar la seguridad pública.
En la EPFL se ha comprobado por ejemplo la validez del algoritmo en la detección del “cerebro” de un atentado terrorista, en concreto de los atentados del 11-S en EE.UU., obteniendo como resultado a tres sospechosos entre los que figuraba el que fue el cabecilla de la acción según la investigación oficial.
Fuera del mundo virtual, el algoritmo de Pinto puede emplearse también para detectar dónde se inició el brote de una enfermedad contagiosa e intentar frenar la epidemia.
“Hemos probado nuestro método con los datos recogidos por un laboratorio sobre una epidemia ocurrida en Sudáfrica. A través del análisis de la red fluvial y de transportes fuimos capaces de encontrar el lugar en el que se declaró el primer caso”, explicó.
En este mismo ámbito, Pinto opina que el algoritmo puede servir para detectar en regiones pobres dónde se producen casos de enfermedades contagiosas y averiguar el punto en el que surgen los brotes para controlarlos más fácilmente.