Según las investigaciones realizadas dos años atrás por el biólogo sueco Svante Pääbo, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, entre el 1% y el 4% del ADN de algunos de los seres humanos modernos (homo sapiens sapiens) coincide con el ADN de los neandertales debido a que en algún momento tuvieron contacto sexual.
Sin embargo, los últimos datos del genoma neandertal indican que las similitudes genéticas no se deben a las relaciones entre los humanos modernos, cuando salieron de África, y los neandertales, que ya habitaban en Europa, sino más bien a que tuvieron un ancestro común que se cree se extendió por ambos continentes aproximadamente medio millón de años atrás.
“Si sucedió algún cruce —es difícil decir que nunca ocurrió— habría sido mínimo y mucho más escaso de lo que se dice en la actualidad”, afirma el doctor Andrea Manica, uno de los responsables del estudio.