La administración argentina apuesta por la ciencia
Este año el desarrollo de la ciencia argentina estuvo marcado por un fuerte impulso, que tiene como objetivo llevar al país a la vanguardia científica y tecnológica mundial.
El mundo de la ciencia argentino vivió un verdadero boom, con el presupuesto más grande de su historia y el inicio de nuevas investigaciones importantes. La inversión estatal para el desarrollo del conocimiento fue impulsada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (Conicet).
Como resultado de esta nueva política, Conicet aumentó considerablemente la cantidad de puestos de trabajo, lo que supone no sólo grandes posibilidades para los jóvenes, sino además una solución parcial de los problemas relacionados con la fuga de cerebros.
Según datos de Conicet, el efecto de estas medidas fue muy notorio: el personal se amplió casi un 500 % respecto a las cifras de 2003. Los funcionarios del organismo aseguran que los temas de investigación se siguen multiplicando, así que cada uno de los nuevos empleados va a tener trabajo.
Según el biólogo molecular Alberto Kornblihtt, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, muchos jóvenes han decidido quedarse en el país debido a la aparición de nuevos puestos vacantes. Además, Conicet lanzó un proyecto de repatriación llamado “Raíces” que logró atraer al país a unos 600 investigadores argentinos que residían en el extranjero.
Entre las prioridades del desarrollo de la medicina destaca, entre otras, la elaboración de medicamentos. El Gobierno apostó por la industria médica nacional durante la grave crisis de la gripe porcina, que afectó duramente a este país. La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, anunció que el país cuenta con todas las condiciones para crear un antiviral propio. Además, Argentina colabora con Brasil en la fabricación de vacunas contra la fiebre amarrilla.
Este año también aumentó el número de investigaciones argentinas publicadas en medios internacionales. Entre las más exitosas, están las que tratan sobre el sistema inmunológico, la memoria y enfermedades como el Parkinson, Alzheimer y el dengue.
Sin embargo, los científicos afirman que todavía queda mucho por hacer. Lo más importante, según ellos, es mejorar las condiciones de trabajo y resolver el problema de salarios, ya que son bastante bajos en comparación con los de sus colegas de Brasil, Chile o México.