Las pacientes participaron en los tres ensayos clínicos que el Instituto Nacional del Cáncer norteamericano estaba llevando a cabo, y que requerían que presentaran una función cardiaca, renal y hepática normales, y también que su médula ósea estuviera en buen estado para eliminar posibles influencias de otras enfermedades. De las 4.770 participantes aproximadamente un tercio eran obesas, otro tenían sobrepeso y un tercio presentaba un índice de masa corporal (IMC) normal.
Los investigadores encontraron que el IMC de 30 o más elevaba significativamente el riesgo de recurrencia del cáncer y de muerte aunque el tratamiento con quimioterapia y terapia hormonal hubiera resultado exitoso.
Sin embargo, según los resultados del estudio, que fue publicado recientemente en 'Cancer', la revista electrónica revisada por pares de la Asociación Americana contra el cáncer (American Cancer Society), el vínculo entre sobrepeso y riesgo elevado de recurrencia existe sólo para mujeres de un tipo de cáncer especial, el HER-2 (Human Epidermal Growth Factor Receptor 2), un oncogén que se expresa en aproximadamente el 25-30% de los pacientes con cáncer de mama)
negativo y receptores hormonales positivos. Este tipo de cáncer es el más común, y se da en 2 de cada 3 mujeres con cáncer de mama. Las mujeres con este tipo de cáncer presentan peor pronóstico que otras si están obesas.
"Hemos descubierto que en estas pacientes la obesidad en el momento del diagnóstico está asociada con un riesgo un 30% mayor de recurrencia y casi con una probabilidad de un 50% de muerte a pesar de que el tratamiento haya sido exitoso. Estrategias de tratamiento que consideren cambios hormonales e inflamaciones provocados por el sobrepeso podrían reducir el riesgo de cáncer recurrente”, explica el doctor Sparano.