El modelo funciona gracias a dos motores que son controlados por las piernas, mientras unas aletas especiales transparentes ayudan a seleccionar la dirección en el agua.
Las pruebas comenzaron con una simple silla de ruedas equipada con motores diseñados para los buceadores con discapacidad. Luego, durante los experimentos en el agua, el modelo fue perfeccionado y el resultado sobrepasó las expectativas.
La creadora de la silla de ruedas submarina presentará su invento en la piscina de la ciudad de Weymouth, en el sur de Gran Bretaña. La actuación forma parte de la programación cultural de los Juegos Paralímpicos, que comienzan a finales de agosto en Londres.