Los satélites encargados de esta misión son el 'PhoneSat 1.0', equipado con un Nexus One y el 'PhoneSat 2.0', gobernado por un Nexus S. El objetivo básico del primero es permanecer en el espacio durante un corto periodo de tiempo y enviar imágenes digitales de la Tierra. Por su parte el segundo, que será controlado desde la Tierra, tendrá paneles solares para acumular energía, y podrá hacer observaciones más detalladas. Los dispositivos móviles tendrán una forma de cubo con un peso de unos 1,8 kilos. El coste del ingenio no superaría los 3.500 dólares.
Según la NASA, un teléfono inteligente ya cuenta con toda la tecnología necesaria para recopilar todo tipo de datos, como cámara, sistema operativo, sensores, procesadores, radio, GPS. Sin embargo, los desarrolladores han realizado cambios en el software para transformar al dispositivo y optimizarlo con un sistema autónomo.
El objetivo principal de este proyecto es encontrar materiales baratos con los que investigar en el espacio. Se supone que los minisatélites, dos de los cuales ya han sido construidos, serán lanzados a la órbita antes de que finalice este año haciendo uso del cohete 'Antares' desde Virginia (EE.UU.).