El hallazgo del planeta -que gira alrededor de una enana roja, dando una vuelta completa cada 26 días- fue reportado por Thierry Forveille, del Observatorio de Grenoble en Francia.
Gliese 163c, más grande que la Tierra y 6,9 veces más masivo, se ubica a 50 años luz, hacia la constelación del Dorado, “orbitando cerca del borde interno de la llamada zona habitable”, informan los científicos.
El estudio, publicado en la revista Astronomy and Astrophysic, subraya que dependiendo de su composición y las propiedades de su atmósfera, que aún se desconocen, el planeta podría albergar agua en estado líquido y soportar muchas formas de vida microbiana terrestre.
En caso de que se confirme que la atmósfera del Gliese 163c tiene la misma estructura que la terrestre, se podría decir que la temperatura de su superficie es alrededor de 60 grados Celsius, afirman los científicos. "Esto es demasiado", sostienen los expertos, para los organismos complejos, pero para microorganismos, tales como extremófilos, estas condiciones pueden ser aceptables.
Actualmente, la ciencia conoce seis planetas que potencialmente podrían ser habitables. Encabeza la lista el polémico Gliese 581g que representa un mundo rocoso y también se encuentra en la zona de habitabilidad de su estrella; es decir, que ocupa la estrecha franja orbital en la que se da la temperatura adecuada para permitir la existencia de agua en estado líquido, un elemento indispensable para que sea posible la vida tal y como se la conoce.