En el artículo publicado en la revista 'BMC Plant Biology', los expertos españoles describen el experimento que les permitió obtener flores de mayor tamaño, color más intenso y con un periodo de vida más largo. Pero el resultado más importante de las investigaciones es que lograron manipular los genes responsables de la producción de polen y lograr que la disminuyeran.
En su experimento usaron dos especies de pelargonios (Pelargonium peltatum y Pelargonium zonale), una planta muy popular entre los aficionados a la jardinería. Para modificar los genes de la planta recurrieron a la ayuda de las bacterias Agrobacterium tumefaciens, que tiene la capacidad de transmitir el ADN.
Según los autores de la investigación, el experimento puede repetirse en otras flores como, por ejemplo, las azucenas.