A finales de agosto, la NASA y el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de EE.UU. anunciaron que la superficie helada del Ártico tenía 70.000 kilómetros cuadrados menos que la cifra registrada en septiembre de 2007, lo que suponía todo un triste récord en este descenso.
La trágica noticia del incremento del deshielo ha llevado a los científicos a hacer predicciones acerca de la desaparición definitiva de los glaciares.
Sin embargo, la más alarmante es la de Peter Wadhams, catedrático de la Universidad de Cambridge y experto mundial en glaciares marinos, que sostiene que el océano Ártico podría haber perdido todo su hielo entre 2015 y 2016, según una publicación del diario The Guardian.
El experto describe este fenómeno como un "desastre global" e insta a que se tomen urgentemente medidas para reducir las temperaturas.
Por esta razón, plantea “examinar otras maneras de frenar el calentamiento global”, con ideas tales como las propuestas por la polémica geoingeniería, una rama científica que pretende cambiar el medio ambiente gracias al uso de la tecnología. La mayor parte de la comunidad científica ha mantenido una postura bastante crítica al respecto, ya que dudan de sus efectos a largo plazo y de la ética de su aplicación.